20 agosto 2006



La política entra una vez más en la astronomía.

He leído recientemente que en breve tiempo el número de planetas del sistema solar podría pasar de nueve a doce. No es que se vayan a descubrir nuevos cuerpos, no. Mejor dicho, sí... pero los que ahora conocemos no están todos pasados por el mismo rasero. No existe una definición válida para todos ellos.
Ni por tamaño, ni por cercanía... ni por composición... Ya no vale que giren alrededor del Sol. Existen muchos cuerpos que giran alrededor del Sol y no son considerados como planetas. Y el tamaño... La tierra comparada con los grades planetas exteriores sería considerada un planetoide. Los que pasa es que como somos los protagonistas de esta historia no podemos hacernos de menos.
Y para poner orden a todo esto están los "expertos". Ellos son los encargados de poner a cada cosa en su sitio correcto. Existen expertos para todo. Incluso para definir nombres políticamente correctos. ¿Que se encuentra un nuevo cuerpo celeste que haría cambiar la definición de todo lo que se conoce? Pues los expertos enseguida le ponen en su lugar. Y así para todo.

¿Que surge una nueva enfermedad sospechosa de ser producto de la manipulación humana?... Rápidamente los expertos la catalogan de mutación. ¿Que existe un grupo en algún país políticamente conveniente que pone en duda la autoridad aunque sea dictatorial?... Esos son catalogados rápidamente de terroristas. ¿Que el ejercito de un país aliado políticamente bombardea a los edificios civiles causando victimas inocentes? Para ello los expertos han inventado la expresión: "Daños colaterales"
Quiero dar las gracias a todas esas mentes privilegiadas que nos ayudan a comprender mejor como funciona esta sociedad, definiendo que es el bien o el mal, cual es negro o blanco, cual es feo o bonito, quien es un fanático religioso o quien es un fiel devoto, quien es un terrorista o un defensor de la "libertad", de la suya será.